martes, 17 de noviembre de 2009

Legos, moles y vida

Veíamos esta gráfica y Curiojo decía:
"Vidrio, concreto y acero, aquí hay una ensalada gourmet del ingenio humano, donde el ornamento son los siempre verdes, solitarios y rebeldes que nos recuerdan que antes de jugar con legos, jugábamos con tierra"
En efecto, 3 legos encaramados y sin armonía cromática copan el tapiz celeste, mientras son adornados, cual perejil rizado, por una solitaria copa verdecita.
Recuerda el pana que esas moles ensombrecen la Avenida, mientras que en la plaza, -a pocos metros distantes- apenas queda espacio para que la naturaleza retome sus predios.
Porque en esta ciudad la fresca brisa de aromas verdosos fue sustituida por la ardiente bruma cuyo hedor carbónico recuerda al gris que pisamos a diario.
Sin embargo, la imagen que arriba se ve pasa muchas veces inadvertida por la mayoría de los caminantes que andan por el casco histórico caraqueño.
Apenas pocos centímetros más arriba de nuestro horizonte inconsciente, hay una realidad que abruma, tanto como el calor de ese mediodía cuando Curiojo disparó.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Déjeme donde pueda, por favor


En otro de esos agobiantes mediodías caraqueños, me cuenta Curiojo que andaba de Principal a Conde, cuando una colorida serie aguamarina (advertida previamente por la fétida sensación a Tapa Amarilla en su olfato) le salpicó como esa rebelde gota de limón lo hace en el pescao frito que uno se come en la playa.
Según Curiojo los colores estaban claros y había buena sincronía en la composición. El pana nuevamete se dijo: -Aquí tengo algo-
Pero, la dinámca diaria en nuestra metrópolis no deja tiempo a la inercia de los haces luminosos en el fondo de la caja negra y aquí vemos el ejemplo.
Por eso Curiojo me dijo: "Cuando se tiene a mano el instrumento, no puede perderse la oportunidad de utilizarlo."
Y es verdad, aun cuando se ve en la gráfica que el Metro está a la izquierda y la "gran solución para Caracas" al día de hoy te coloca -a precio solidario- en tu lugar de destino con bastante rapidez, aquí nos encontramos que eso no vale frente a la avidez de lo fácil y de lo inmediato, que nos ha impreso el ritmo capitalino en el subconsciente colectivo, al morar en sus entrañas.
Por eso, no sorprende que se aproveche el servicio sanitario chic y desinfectantemente perfumado, para dejar unos pasajeros......

"¡En la esquina por favor!"

jueves, 12 de noviembre de 2009

¿Crees que no te ví?


Un día cualquiera como hoy, ayer o mañana, Curiojo estaba sentao en las escaleras donde la sombra de una rama lo tapaba de la pepa 'e Sol del mediodía.
Allí, buscando perspectivas se encontró con una muy particular. "Cuán grande se ve el mundo cuando uno es un chamo y que pendejos somos creyendo que los guarichos no saben nada."
Lo vió venir, con su abuela que con su paso lento se quedaba atrás, mientras el guarichito lleno de energía y sin pararle al vaporón que hacía, daba carreras de aquí pa'llá. La Plaza pa'l chamito era un campo abierto entre las moles de piedra, vidrio, metal y pintura que suponen su entorno diario.
¡Nada! -dijo Curiojo-, esto es lo mío, el momento para pausar el tiempo.
Apuntó su hierro y mientras buscaba el momento, el encuadre y haciendo los ajustes, el enano -sin más ni ná' y de lo más natural- se paró y rodilla en tierra, aquí vemos el resultado.
Todo inflao, Curiojo tenía la foto, pensando que le quedó de p.... porque agarró la escena de lo más espontáneo. Pero.....
¿Crees que no te ví?